Un hombre de verdad
Antes de dedicarme profesionalmente a la transmisión del Yoga y Ayurveda trabajé durante 4 años en un centro de menores como educador. Ahora está más de moda la palabra coach o coaching. Puedes usar la que quieras.
El caso es que conviviendo con aquellos chavales con todo tipo de problemas me di cuenta de una cosa: La mayoría de ellos tenían algún problema con su figura paterna. Bien porque el padre hubiese desaparecido, o porque aunque presente, emocionalmente no estuviese preparado. Esta realidad, les generaba a los chavales una escasa autoestima y una visión distorsionada en sus relaciones afectivas.
Ahora ya no trabajo con menores con problemas, pero en la escuela puedo observar que dentro del colectivo general de estudiantes que vienen a aprender yoga, ayurveda o nutrición hay un porcentaje en los que se puede percibir sutilmente alguna relación tóxica con alguno de los hombres de su vida. Principalmente suele ser el padre. Pero pueden ser también otros familiares o antiguas parejas.
Escribo este artículo ya que creo que los hombres subestimamos el papel tan influyente que podemos tener en nuestro entorno. En todos los sentidos, especialmente en nuestro hogar. Por lo que creo deberíamos revisar algunos conceptos respecto a lo que podemos entender por ser hombre.
1.-Un hombre de verdad se relaciona.
Lo reconozco. La mayoría de nosotros venimos de fábrica con poca consciencia del daño que podemos hacer a la gente que nos rodea. Sabemos de nuestra fuerza física pero subestimamos otros aspectos más sutiles como puede ser a través de nuestras palabras, de nuestros actos o incluso de nuestros silencios. Podemos dañar sin a veces darnos cuenta. Sobre todo cuando actuamos de forma impulsiva sin pasar por el filtro del corazón. Domar esta impulsividad y empatizar con lo que la otra persona pueda sentir requiere paciencia, disciplina y madurez. Personalmente me ha costado mucho aprender a concederme esos segundos decisivos para sopesar lo que ya tengo casi en la boca antes de soltarlo. Hace falta consciencia y sensibilidad para relacionarse con los demás. Y los hombres debemos entrenarla. La reacción es instantánea y no pasa ningún filtro. Es un secreto a voces pero: «el corazón del hombre en lo profundo, es tierno y deseoso de ser querido».
Los adolescentes emocionales reaccionan. Los hombres de verdad, se relacionan.
2.-Un hombre de verdad mira su interior.
Un hombre intenta mirarse sus propios defectos. Para saber cuando el adolescente emocional a pasado a hombre, independientemente de la edad que tenga, basta observar si ha empezado a dejar de echar la culpa a causas externas de lo que le sucede. El trabajo, su jefe, su pareja… El hombre busca en su interior cual es la parte de responsabilidad que tiene en cada proceso de su vida. Quiere ser él mismo, y expresarse libremente. No quiere estar dando una impresión falsa. Es como es y punto. Aunque esto conlleve a veces no caer bien a alguien. Como dice una amiga: «No hay nada más sexy que un hombre seguro de si mismo«.
Un hombre de verdad quiere sentirse bien consigo mismo. Un adolescente emocional quiere agradar a todo el mundo.
3.-Un hombre de verdad tiene una causa
Los hombres de verdad construyen. Los adolescente emocionales destruyen.
4.-Un hombre de verdad pasa a la acción.
Los hombres toman decisiones. Los adolescentes emocionales se quejan. Reconozco que me pasé parte de mi vida quejándome por mis jefes, mis resultados, mis parejas, mi familia. Solo me sirvió para amargarme y llenarme de resentimiento con todos.
Oigo constantemente a la gente que me rodea que quieren un cambio en sus vidas. Dejar de fumar. Dejar de beber. Perder peso y ponerse en forma. Buscar una pareja. Ser mejor padre. Pero veo a pocos sudando la camiseta. El crecimiento supone esfuerzo. Cada día. Es un entrenamiento. Un día a la vez dando lo mejor de uno mismo. No se pide perfección sino progreso. Decisión y constancia.
Estos son hombres de verdad. Los demás…adolescentes.
Si tienes hombres a tu alrededor interesados en una nueva masculinidad, este post les va a interesar.
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