Mascarilla Facial de Arcilla Blanca: Purificante y Regeneradora

Vídeo Receta Ayurveda de Mascarilla de arcilla blanca

Mascarilla Facial de arcilla blanca

“Nuestra piel es nuestra carta de presentación. Su purificación y regeneración te ayudará a mostrar lo mejor de ti”

La importancia del cuidado de nuestra piel

Nuestro rostro es nuestra carta de presentación, en ella reflejamos nuestras emociones, estilo de vida y el estado de nuestra salud. Una piel bien cuidada es el reflejo de una vida saludable. La piel es el órgano más largo de nuestro cuerpo. A través de ella recibimos nutrientes y alimentamos nuestro organismo con agentes externos, como el sol, los productos externos que le aplicamos, etc. Por ello, es muy importante su cuidado y el uso de una mascarilla facial  purificante y regeneradora te ayudará a tener una piel más joven e hidratada.

 

¿Cómo podemos regenerar y purificar la piel de nuestro rostro?

Hay una rutina básica que debemos tener en cuenta para el cuidado de nuestra piel. La limpieza diaria, el uso de productos de calidad para su hidratación y nutrición y la protección de agentes externos son algunas de las tareas rutinarias que debes incluir en el cuidado de tu piel.

La aplicación de una limpieza profunda y el uso de mascarillas, una o dos veces por semana, es una opción saludable, que debemos incluir en nuestra rutina, si queremos gozar de una piel saludable. Los productos faciales naturales son esenciales para el cuidado de nuestra piel, ya que, además de nutrirla y protegerla, preservan sus propiedades naturales, manteniendo su equilibrio.

El uso de unos productos u otros variará en función del tipo de piel que tengamos pero, para una buena regeneración y purificación, existen algunos productos que, por sus propiedades antioxidantes, calmantes y nutritivas, son las más idóneas para dar a nuestra piel un aspecto rejuvenecido y fresco.

A continuación, te mostramos las cualidades de productos naturales para que elabores tu propia mascarilla casera purificante y regeneradora.

 

Receta de Mascarilla de arcilla blanca

Ingredientes

  • 23 gr (dos cucharadas pequeñas colmadas) de Arcilla blanca o caolín
  • 17 gr (una cucharada de café) de Hidrolato o agua floral de rosas
  • 1.8 gr (38 gotas aproximadamente) de Aceite de almendras
  • 0.2 gr (4 gotas aproximadamente) de Aceite esencial de limón
  • 0.3 gr (6 gotas aproximadamente) de Aceite esencial de lavanda

 

¿Cómo preparar esta mascarilla casera?

  • Lavamos nuestras manos y desinfectamos los utensilios (lavar y cocer con agua los tarros de plástico y cristal, pulverizar con alcohol a 70º los utensilios que no puedan hervirse)
  • Pesamos por separado (con una báscula digital pequeña usada en cocina) la arcilla, el hidrolato y el aceite de almendras, depositándolos previamente en un cuenco o tarro de cristal o plástico resistente
  • Mezclamos en un recipiente no metálico la arcilla, el hidrolato y el aceite de almendras
  • Removemos con una cuchara o espátula de madera hasta que alcance una consistencia de pasta suave y consistente.
  • Añadimos a esta mezcla la proporción de aceites esenciales, directamente de su recipiente y removemos nuevamente hasta mezclar bien con el resto de ingredientes

 

Propiedades de los ingredientes de la mascarilla.

 

Propiedades de la arcilla blanca

La arcilla blanca tiene múltiples usos, además de su aplicación en la cosmética se utiliza, también, en la elaboración de porcelana, en la elaboración de productos farmacéuticos e, incluso, en la alimentación. La arcilla blanca además de su capacidad absorbente tiene un gran poder antiséptico.

El caolín es la arcilla menos agresiva para la piel. Una de las principales propiedades para su uso como mascarilla es que, además de hidratar, es un excelente exfoliante, dejando una piel limpia y suave, tras su aplicación. Su poder antiséptico genera un efecto calmante para la piel, dejándola relajada. Su mezcla con aceites vegetales, como el aceite de almendras fortalece sus propiedades.

 

Aceite de almendras y sus propiedades

El aceite de almendras es uno de los aceites más utilizados y recomendados para aplicar sobre la piel. Es un gran tónico por su poder antiinflamatorio. Sus propiedades y su origen vegetal lo convierten en una buena base y complemento para cremas, mascarillas, aceite base para masajes, entre otros. El aceite de almendras ayuda con problemas que afectan a la hidratación de la piel tales como sequedad, eccemas, pruritos, irritaciones o acné. Los ácidos grasos que contiene ayudan a hidratar y regular la humedad de la piel. Además, por su aporte en vitamina E, tiene propiedades anti-oxidantes y contribuye a reducir las manchas cutáneas.

 

Hidrolatos o agua de flores

El hidrolato es agua procedente de plantas destiladas, más concretamente, de la destilación de los aceites esenciales extraídos de las plantas. El agua condensada que se extrae del vapor de la destilación tiene como resultado el hidrolato o agua floral, por lo que se consideran un derivado de los aceites esenciales, aunque con menos concentración de principios activos que éstos, pero de propiedades similares.

Podemos crear hidrolato de cualquier planta: romero, rosas, lavanda, etc., tantos como aceites esenciales encontremos.

De entre ellos, el hidrolato de agua de rosas es un potente regenerador de la piel. Se pueden utilizar como tónico para después de la limpieza facial o incluirlo como ingrediente en las mascarillas, para complementar las propiedades del resto de ingredientes e hidratar el preparado con elemento líquido, como sustituto del agua.

El agua de flores refresca tu piel y la cuida de forma natural. Sus propiedades anti-inflamatorias y anti-bacterianas ayudan a combatir el acné. Además su efecto calmante y refrescante ayuda a que tu piel brille de forma natural.

 

Aceites esenciales

La principal característica de los aceites esenciales es su alta concentración, potenciando las propiedades de las plantas, frutos o flores de las que son extraídos. Por ello,  siempre deben usarse diluidos o rebajados con otros productos.

El aceite esencial de lavanda, es muy bueno para relajar y producir efecto de sedación. Cuando lo usamos sobre la piel,  sus efectos sedantes actúan sobre ésta y contribuyen a su relajación. La aspiración de su aroma produce un efecto de relajación y sedación, reduciendo el estrés y el insomnio, lo que se reflejará en nuestra piel.

Las propiedades del limón son muy populares entre las personas preocupadas por tener una piel sana, ya que ayudan a cicatrizar y reparar la piel. El uso de su aceite esencial en cosmética es habitual para manchas, así como reparador para diversos problemas de la piel.

 

Escrito por Equipo AIYA


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