¿Cuáles son los beneficios del drenaje linfático? Origen y tácticas
En el mundo de las terapias naturales, las técnicas manuales tienen un gran protagonismo. Cada vez que estimulamos la piel, equilibramos y nutrimos a la vez la sangre, los músculos, la grasa, los huesos, los nervios…El drenaje linfático es un masaje especializado en el sistema linfático, cuyo objetivo es mejorar la salud de personas con diversas dolencias o lesiones.
El drenaje linfático manual es una técnica que se enfoca en la activación del sistema linfático superficial, para fomentar la eliminación de líquidos y otros elementos sobrantes. Es un masaje que ayuda a eliminar edemas y otras alteraciones por una mala circulación de la linfa. Además de una cuestión estética, el drenaje linfático puede mejorar la vida de muchas personas sin necesidad de ingerir medicamentos u otros tipos de terapias más invasivas, de manera natural y clínicamente probada.
Origen
A principios del siglo XX, Emil Vodder y su esposa Estrid, descubrieron la relación entre ciertas afecciones como la sinusitis o los resfriados, y el sistema linfático. En aquel momento el conocimiento que se tenía del sistema linfático era escaso, sin embargo, ellos comenzaron a aplicar un masaje suave sobre las zonas inflamadas para bajar la hinchazón. Después de observar los buenos resultados obtenidos en sus pacientes, crearon las bases de un método de masaje a base de movimientos monótonos, rítmicos y circulares. Así es como nació lo que hoy conocemos como masaje linfático.
El sistema linfático
Para entender mejor, cómo funciona el drenaje linfático en nuestro organismo, es necesario entender el propio sistema linfático. El sistema linfático es una red de ganglios, conductos y vasos que transportan la linfa. La linfa es un líquido transparente que transporta los desechos de la nutrición de las células, desde la sangre hasta el sistema excretor.
Además, el sistema linfático actúa como defensa del organismo, eliminando infecciones y manteniendo el equilibrio de los líquidos del cuerpo. Sin embargo, en ciertas ocasiones el sistema linfático no puede drenar ciertas zonas, por lo que algunos líquidos se acaban estancando. Es en este momento, cuando se producen los enemas y cuando el masaje puede servir de gran ayuda.
Técnica del masaje
La técnica tradicional del drenaje linfático, es manual. Gracias a los movimientos suaves y continuados, se distribuye la linfa desde zonas estancadas hasta zonas más sanas. El drenaje linfático consiste en un masaje lento y repetitivo, con una dirección concreta siguiendo la dirección de los vasos linfáticos. Se suele comenzar por los miembros del miembro superior para terminar con el masaje en piernas y pies. Este masaje debe ser suave y lo más importante, indoloro.
Entre muchos de los beneficios del drenaje linfático se pueden destacar:
- Ayuda a eliminar el exceso de líquidos en el cuerpo, como un proceso de depuración.
- Mejora el sistema inmunitario ya que favorece el trabajo de los ganglios linfáticos.
- Ayuda a reabsorber los líquidos.
- Tiene una acción analgésica y sedante.
- Relaja el sistema nervioso, aliviando dolencias como las migrañas o situaciones de estrés o ansiedad.
- Reduce la inflamación.
- Favorece el trabajo renal
El drenaje linfático siempre debe ser realizado por profesionales que conozcan a fondo la situación del paciente y las posibles contra indicaciones que se deben evitar. No es recomendable realizar este tipo de masaje a personas, con hipertensión, inflamaciones agudas, tumores, asma, insuficiencias cardíacas, o infecciones agudas, entre otras.
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