5 secretos navideños
¿Encuentros familiares navideños? ¿Excesos de comidas y buenas intenciones? Estas fiestas a más de uno pueden llegar a empacharnos.
Estas sugerencias intentan hacernos estos días más fáciles.
1.- Navidades en familia.
¿vas a convivir en estas fiestas con algún familiar con especial habilidad para hacerte perder la calma?¿O quizás varios? Da igual el motivo, o el grado de parentesco que se tenga. Tenemos que ser conscientes de que en estos días tan especiales vamos a convivir con ellos. Libérate de las expectativas navideñas sobre los encuentros familiares perfectos y los anuncios de turrones.
2.-Evita el autoengaño.
Pensar que “estas personas” van a comportarse de forma diferente a como lo hacen normalmente solo porque es navidad, no es real. Es tan fantasioso como pensar que por mucho que quiera a un león, este no va a devorarme cuando tenga hambre. Si vas a convivir con algún “amado león” estas navidades, debes ser consciente que por muchos villancicos que cante seguirá siendo un maravilloso león. Aceptar esto es fundamental. Si llega el momento del rugido, por lo menos no te sorprenderá ni te pillará desprevenido.
3.-El alcohol en los encuentros familiares es una bomba.
Atención. Como en la carretera, en las reuniones familiares el alcohol es la forma más rápida y efectiva de que aparezcan problemas. Pueden desenterrarse sin quererlo viejas rencillas olvidadas. La moderación o la sobriedad en estos encuentros es la mejor opción.
4.- Si abusas del menú sin duda te arrepentirás.
…Y lo sabes. Pero en estos días están “justificados” todos los excesos. Si los cometes: los estreñimientos, las diarreas, las sensaciones de pesadez, el malestar, o el sobre peso, sin duda aparecerán. Nuestro cuerpo no entiende de fechas. Intenta disfrutar de la comida de forma moderada. Una buena alternativa es cualquiera de nuestras sugerencias antigrasa para estas fiestas.
5.- El que más gruñe es el que más sufre.
Es importante recordar que las personas con más tendencia a la crítica y al mal humor, son aquellas que más sufren en su interior. Quizás no tengan los recursos de empoderamiento personal que nosotros venimos trabajando. Aunque puntualmente puedan incomodarnos, verlos como personas que están sufriendo puede darnos la perspectiva suficiente para conectar con la tolerancia necesaria. Es una fórmula navideña infalible para no perder la serenidad en estos días.
Recuerda: afronta tu vida sin expectativas. La vida es como es, no como nos muestran que «tiene» que ser. Ni siquiera es como nosotros queremos que sea. La vida es como es, cruda, sabrosa y salvaje. Y aceptarla: el gran arte.
Disfrutemos de nuestros seres queridos con libertad.
Felices fiestas y sigamos creciendo.
Pedro Arce
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–Nutrición ayurveda y espiritualidad del alimento.
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