El yoga ayurvédico no es nada nuevo. Más bien al contrario, es la vuelta a los orígenes. A una profundidad en la práctica de yoga prácticamente olvidada. Hablamos de la fusión de dos ciencias interesadas en el florecimiento del ser humano, el yoga y el ayurveda.
Tradicionalmente en India, ambas disciplinas han ido de la mano y podemos encontrar numerosas referencias de épocas antiguas, en libros clásicos de yoga como en el Hatha Yoga Pradipika, en el que se citan conceptos ayurvédicos como los doshas, el agni o ama, y como se ven afectados por la práctica de ciertas asanas y pranayamas. También autores más contemporáneos como el gran Sir Krishnamacharya, uno de los yoguis más influyentes del s.XX, maestro de Iyengar o Pathabi Jois, habla de marmas ayurvédicos y su importancia en la práctica de Yoga.
En la Asociación Internacional de Yoga y Ayurveda trabajamos y enseñamos esta sinergia, y esto es lo que nuestros alumnos están aprendiendo y experimentando de forma vivencial. Tanto alumnos que vienen de años de práctica y títulos de otras formaciones de yoga, como otros que empiezan desde cero. Independientemente de cual sea su fuerza o elasticidad, nuestros alumnos se han sorprendido de lo que el curso de profesor de yoga ayurvédico les está aportando.