La luna es el refugio de la memoria. Hablar de la luna en astrología es hablar de la madre, de la memoria, de qué hacemos para sentirnos seguros. Hablar de la luna es hablar del mundo que hacemos por impulso y se nos mete muy dentro. Hablar de la luna en astrología es hablar de la niñez y de la construcción de pareja.
La astrología es un estudio fascinante. Cuando uno se encuentra ante la astrología no está aprendiendo algo habitual, un conocimiento que se pueda adquirir impunemente. El estudio profundo de la astrología imprime cambios profundos de conciencia, ya que lo que se aprende no sólo concierne al interior del alumno, sus parientes, su memoria y todos sus conocidos sin excepción. Va más allá. De la astrología puede comprenderse la evolución de todo lo que alguna vez se definió en una duración.
En astrología la luna es el ciclo constante de nuestras mareas emocionales, el recuerdo que vuelve una y otra vez, previo, escondido o claro, de nuestro pasado o lo que nosotros recordamos de ese pasado. La luna es lo que hemos sido y, por lo tanto, la estima de lo que somos, por eso es tan importante conocer bien este ciclo cambiante para poder entender nuestros propios cambios.
0.- Introducción a los mecanismos lunares.
1.- Las lunas de fuego: la iniciativa, el centro y el optimismo.
2.- Las lunas de agua: el sueño, el veneno y el cuidado.
3.- Las lunas de tierra: la pertenencia, la obsesión y la autonomía.
4.- Las lunas de aire: la explicación, la pareja y la huida.
Javier Pérez
Doctor en Literatura por la Universidad Complutense de Madrid, Javier Pérez ha dedicado sus años al estudio profundo de textos sagrados y a establecer analogías entre las diferentes religiones, la literatura y la creación. Además es cofundador del Gabinete Equipo Astrológico, con el que lleva impartiendo cursos de astrología desde el 2005 desde una perspectiva cercana a las tradiciones astrológicas y con la base de una didáctica dinámica que va más allá de la formación para llegar al punto del aprendizaje por la vivencia.