Procastinación. Nunca llega el momento perfecto para hacerlo.
Procastinación, a la espera de la ola perfecta
Pasé gran parte de mi vida pensando que un día futuro conseguiría desarrollar mí propósito. Ser quien y como soñaba ser. Solía pensar que aunque no estuviese en el camino exactamente, si trabajaba lo suficientemente duro, llegaría el día en el que todo sería más fácil, podría relajarme y orientarme en lo que realmente quería hacer. Que la vida que llevaba, y que sentía mediocre, era la base necesaria para construir mi destino. Ese otro destino.
Con el paso de los años, me di cuenta de lo equivocado que estaba en este planteamiento. En realidad, he podido comprobar que no cambiaban significativamente las cosas para aquellos que mantienen este tipo de mentalidad. Podemos pasarnos la vida agotados en el empeño, esperando mientras vemos que siempre aparece más trabajo pesado y la meta parece alejarse un poquito más.
No lo intentes. Simplemente hazlo.
No te engañes. Deja de ponerte escusas y esperar a que llegue el momento perfecto para empezar a vivir tu sueño, pues no llegará. Toma las riendas y hazlo ahora. Hoy mismo. A través de pequeños gestos. Una hora todos los días.
Haz lo que siempre soñaste hacer y no haces porque: no tienes el dinero suficiente para darte el tiempo. O pospones para cuando tus hijos sean mayores y te dejen libertad. O para cuando hayas acabado con tus obligaciones…La falta de dinero o las obligaciones familiares nunca han detenido a un hombre que realmente quisiera hacer algo. Pero ofrecen excusas perfectas al que no está a la altura del reto creativo para desarrollar el sueño. Haz aquello que te encante, aquello para lo que has nacido. Lo que te hace vibrar y sentirte totalmente conectado. Lo que sientes en tu corazón pero que las rutinas diarias parece que te impiden.
¡Inténtalo y observa! Tal vez descubras que la experiencia no es como esperabas y al final pierdas el interés. Puede que te des cuenta que en realidad, lo que hemos hecho todo ese tiempo es desperdiciar la vida a través de una una fantasía respecto a lo que podría ser, pero no tenemos ni la disciplina ni la creatividad suficiente para darle forma. Y es mucho más fácil poner excusas. Es más cómodo quejarse y soñar despiertos. Este es uno de nuestros mecanismos más sutiles para crearnos sufrimiento.
¿Estás realmente dispuesto a dar lo mejor de ti mismo? ¿Estás preparado para desarrollar tu propósito?
Empieza con una hora al día, a dar lo mejor de ti mismo. Independientemente de cual sea tu camino. Bailando. Pintando. Entrenando tu deporte. En tu práctica espiritual o de yoga. ¡¡¡Solo hazlo!!!
Los hombres que han vivido vidas significativas nunca esperaron, ni al dinero, ni a la facilidad de oportunidad, ni a la seguridad. Sino que pasaron a la acción alineados con lo que salía de sus tripas. Cada momento que esperas es un momento que tiras a la basura.
Pero sobre todo, un veneno que debilita tu autoestima y tu coraje, tan necesarios para desarrollar tu verdadera misión.
Formación en Yoga Ayurvédico
¿Quieres compartir lo que piensas?
Tu dirección de email no se publicará. Los campos requeridos estám marcados con *